Sospecho que por lo hecho hasta el momento en la cancha por el DT Llop y en las cuentas por la dirigencia este será otro año sin título para el "ídolo". La sospecha se da por la falta de sinceridad del DT y dirigentes cuyos caprichos parecen ser más importantes que el bien del conjunto; aún cuando los jugadores en la contraparte muestran que cada logro lo comparten y lo disfrutan como un grupo de buenos compañeros haciendo a un lado lucimientos personales.
Para ser justos hay que decir que ante ESPOLI, Manta y Deportivo Quito, Barcelona no mereció vencer y que el estar en la punta todavía es mucho premio. Pasan las fechas y el cuento de seguir esperando para ver un equipo con más orden, precisión y variantes en el campo de juego suena a "cacho viejo".
Llama la atención que buenos jugadores como: Palacios, Garcés, León y Mike Rodríguez no sean alternativas a la hora de armar el 11 titular. Me refiero sobre todo a estos jugadores porque el DT amarillo prefiere alinear a Angulo y ponerlo en mal predicamento antes que considerar la posibilidad de jugar con cualquiera de los antes mencionados quienes cuentan con más experiencia y personalidad para aguantar posibles reveces.
Angulo, quien demuestra tener físico y habilidad para poco a poco mejorar su trabajo en la cancha sale siempre pifiado debido a que su DT en vez de cuidarlo y darle minutos gradualmente lo envía al fracaso.
Bajo mi óptica hay un trato irrespetuoso hacia este jugador, hacia el resto de sus compañeros, hacia la hinchada y hacia la prensa. Pues el entrenador prefiere hacerse "el loco" antes de exponer con claridad los motivos porque algunos jugadores no son considerados; al contrario evade, responde lo que quiere y lanza a la cancha en momentos demasiado complicados a jugadores que van a lucir mal o los ubica en posiciones inventadas.
Un ejemplo es Pablo Palacios que ingresa al campo de juego como centro delantero y cuando los compañeros que pudieran abastecerlo de buena forma han sido substituidos.
Cuando se le pregunta al DT sobre esto o sobre la suplencia de Samudio, Llop prefiere evadir en vez de hablar con frontalidad y terminar con los rumores, perspicacias y hostigamientos. Sería tan sencillo que el técnico explique que Samudio va a la banca porque no aguanta un partido completo y que Anangonó cumple una labor estratégica: la de cansar a los zagueros rivales y hacer presión constante en la salida del balón durante el primer tiempo.
Es decir, falta franqueza y humildad en el DT argentino quien no acepta hechos tan obvios como que adolece de volumen ofensivo en su equipo, que no ha solucionado sus problemas personales con Palacios y Mike Rodríguez, o que tiene a Dennis Quiñónez deambulando en una posición para la que cuenta con Fernando Hidalgo, el mejor volante 5 del fútbol ecuatoriano hoy por hoy.
Qué decir del caso de Luis Macías que se convierte en el enésimo jugador que llegó en mal estado a Barcelona. Al parecer era constantemente infiltrado para que pudiera jugar el año pasado en LDU de Portoviejo. Práctica que no le dejará estar en un nivel decente para sumar en Barcelona durante estas semanas. Con razón se lo trajo de urgencia a Noir cuando las necesidades de Barcelona apuntaban al medio campo. Esta es otra muestra de la falta de transparencia, desde luego, los jugadores no tienen la culpa; ni “cocacho” es culpable de las constantes negligencias del departamento médico, ni Noir es culpable de que no se diga el motivo de su llegada.
Si bien Barcelona está puntero no hay porqué dejar de nombrar estos horrores que de persistir no van a permitir que la "fanaticada amarilla" festeje a fin de año. Es que la costumbre de esconder y tapar los problemas es contagiosa; Llop está emulando a la dirigencia que no aclara lo que está pasando con los 7 que luego eran 12 y que se hicieron 13 o 15 o 20 (nadie sabe) millones de deuda. Es que así como no se esclarece la situación de los jugadores tampoco hay pronunciamientos sobre las deudas y los juicios, todos dicen no estar enterados cuando la prensa pregunta algo comprometedor.
Como se ve el panorama no permite ver el sol y quienes tienen en sus manos el poder para desvanecer la niebla simplemente "se hacen los locos".
Para ser justos hay que decir que ante ESPOLI, Manta y Deportivo Quito, Barcelona no mereció vencer y que el estar en la punta todavía es mucho premio. Pasan las fechas y el cuento de seguir esperando para ver un equipo con más orden, precisión y variantes en el campo de juego suena a "cacho viejo".
Llama la atención que buenos jugadores como: Palacios, Garcés, León y Mike Rodríguez no sean alternativas a la hora de armar el 11 titular. Me refiero sobre todo a estos jugadores porque el DT amarillo prefiere alinear a Angulo y ponerlo en mal predicamento antes que considerar la posibilidad de jugar con cualquiera de los antes mencionados quienes cuentan con más experiencia y personalidad para aguantar posibles reveces.
Angulo, quien demuestra tener físico y habilidad para poco a poco mejorar su trabajo en la cancha sale siempre pifiado debido a que su DT en vez de cuidarlo y darle minutos gradualmente lo envía al fracaso.
Bajo mi óptica hay un trato irrespetuoso hacia este jugador, hacia el resto de sus compañeros, hacia la hinchada y hacia la prensa. Pues el entrenador prefiere hacerse "el loco" antes de exponer con claridad los motivos porque algunos jugadores no son considerados; al contrario evade, responde lo que quiere y lanza a la cancha en momentos demasiado complicados a jugadores que van a lucir mal o los ubica en posiciones inventadas.
Un ejemplo es Pablo Palacios que ingresa al campo de juego como centro delantero y cuando los compañeros que pudieran abastecerlo de buena forma han sido substituidos.
Cuando se le pregunta al DT sobre esto o sobre la suplencia de Samudio, Llop prefiere evadir en vez de hablar con frontalidad y terminar con los rumores, perspicacias y hostigamientos. Sería tan sencillo que el técnico explique que Samudio va a la banca porque no aguanta un partido completo y que Anangonó cumple una labor estratégica: la de cansar a los zagueros rivales y hacer presión constante en la salida del balón durante el primer tiempo.
Es decir, falta franqueza y humildad en el DT argentino quien no acepta hechos tan obvios como que adolece de volumen ofensivo en su equipo, que no ha solucionado sus problemas personales con Palacios y Mike Rodríguez, o que tiene a Dennis Quiñónez deambulando en una posición para la que cuenta con Fernando Hidalgo, el mejor volante 5 del fútbol ecuatoriano hoy por hoy.
Qué decir del caso de Luis Macías que se convierte en el enésimo jugador que llegó en mal estado a Barcelona. Al parecer era constantemente infiltrado para que pudiera jugar el año pasado en LDU de Portoviejo. Práctica que no le dejará estar en un nivel decente para sumar en Barcelona durante estas semanas. Con razón se lo trajo de urgencia a Noir cuando las necesidades de Barcelona apuntaban al medio campo. Esta es otra muestra de la falta de transparencia, desde luego, los jugadores no tienen la culpa; ni “cocacho” es culpable de las constantes negligencias del departamento médico, ni Noir es culpable de que no se diga el motivo de su llegada.
Si bien Barcelona está puntero no hay porqué dejar de nombrar estos horrores que de persistir no van a permitir que la "fanaticada amarilla" festeje a fin de año. Es que la costumbre de esconder y tapar los problemas es contagiosa; Llop está emulando a la dirigencia que no aclara lo que está pasando con los 7 que luego eran 12 y que se hicieron 13 o 15 o 20 (nadie sabe) millones de deuda. Es que así como no se esclarece la situación de los jugadores tampoco hay pronunciamientos sobre las deudas y los juicios, todos dicen no estar enterados cuando la prensa pregunta algo comprometedor.
Como se ve el panorama no permite ver el sol y quienes tienen en sus manos el poder para desvanecer la niebla simplemente "se hacen los locos".
2 comentarios:
Chuta, resulta que todo es una fantasía por el momento!. Este comentario se comprobará o desdirá el próximo domingo cunado juegue en Casablanca con Liga y como dicen la pésimas lenguas "enfrente a un equipo de verdad".
Esperaríamos que Barcelona con la plantilla de jugadores que cuenta, pase por encima de sus rivales con sobra de méritos; pero partido a partido demuestra lo contrario: gana apretado con las justas, pidiendo tiempo, desvirtuando el buen juego y gracias a la inspiración de alguna individualidad...su condición de puntero no evidencia buen fútbol...hasta cuándo durará el espejismo??qué opininará la dirigencia de todo esto??
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