El caso es que la muerte nuevamente rondó al espectáculo del fútbol del Ecuador. Pero más que nada, esto hace reflexionar que lejos de preocuparnos, ya nos hemos acostumbado a los hechos violentos. Veamos un par de los que me acuerdo de este año.
- Hinchas de Deportivo Quito emboscados y agredidos por simpatizantes de Liga Deportiva Universitaria, después del Deportivo Quito vs. Olmedo, jugado en el Estadio Atahualpa.
- Agresión a gente identificada con el Técnico Universitario de Ambato por parte de gente identificada con El Nacional. Partido Nacional vs. Técnico jugado en Quito
- Enfrentamiento de barras de Liga de Portoviejo y Barcelona en el encuentro disputado entre estos equipos en la capital manabita.
- Agresión a hinchada de Macará ("clásico" robo de banderas) por parte de hinchas de Liga DEportiva Universitaria. Partido Liga - Macará jugado en Ponciano.
Cuando hice aquel ejercicio, encontré un primer culpable. Ese soy yo mismo, por haber fomentado aquello cuando era más chamo. Cada uno de los objetos que lancé a barras rivales, me pesan en el alma porque colaboraron para fomentar estos odios y demás que en estos momento ciegan vidas. Uno de adolescente es ingenuo, es estúpido y qué mas se puede decir.
Entonces, basado en experiencia propia, el primer frente de acción está en las mismas familias, en educar en una cultura futbolera (la mayoría de las familias ecuatorianas la posee) y hacer consciencia a los chicos que motivar a la violencia en los estadios puede traer consecuencias gravísimas. Obviamente, no va a ser totalmente posible, debido a la gran cantidad de hogares disfuncionales en el país. Pero la mayoría podrían intentarlo.
Ahora es momento de hablar de la prensa. ¿Se acuerdan cuando murió el niño hincha de Emelec por aquella bengala en el Estadio de Barcelona?. Se hizo una gran alharaca del suceso, y no era para menos, que muera alguien dentro de un estadio y más a ún un peqeuño de 12 años conmociona a la opinión pública. Pero luego no queda otra sensación que la que la prensa manipuló morbosamente el hecho para vender. Solo esa conclusión se pueda llevar cuando ahora vemos que la muerte del muchacho Erazo no ha generado aquel espectacular despliegue mediático. Es que ¿"ya no es noticia"?, es que ¿"ya nos acostumbramos"? o solo la prensa serrana es menos "bulliciosa" que la costeña. En todo caso, me da vergüenza como la prensa le ha faltado interés en este caso.
Pero bueno, ¿qué podemos hacer?, sobretodo a nivel de aficionados al fútbol (ya no quiero hablar de "fanáticos"). Pues hacer sentir nuestra voz, basados sobretodo en experiencias propias y ahcerlo con firmeza, podemos plantear sugerencias varias a manera de exigencia.
Empecemos por demandar al mismísimo Gobierno Nacional un punto específico dentro del plan de Seguridad Nacional en el cual se contemple planes para espectáculos públicos (tal como lo es el fútbol). Tal como decía el Alejo, se debe acudir a gente como la de Scotland Yard, no sólo para asesoría, sino para trabajo conjunto. Se puede acudir a experiencias como las de Argentina o Chile. La seguridad debe YA considerarse política de Estado porque la violencia no solo en los espectáculos públicos se ha generalizado en nuestro país.
Pero es mejor aportar con neustras experiencias propias, cosas que se puede, ya sea publicar en un blog como este o hacer saber a la misma policía, cosas como:
- Antes de un espectáculo, no puede rodear las calles aledañas, NADIE que no tenga boletos a la mano.
- Hacer una revisión realmente efectiva a las personas que acueden a los mismos. Es bien sabido que fácilmente se puede ocultar un puñal entre el zapato (que la policía nunca revisa) u ocultar cosas en las capuchas de las chompas y definitivamente prohibir el ingreso de mochilas o al menos prohibir en las zonas populares donde se asientan los mal llamados "barrabravas". Todo aquel individuo que se le encuentre armas o drogas, no se le permitirá DE POR VIDA entrar a una cancha y quede inmediatamente detenido luego de ser sorprendido portándolas.
- La dirigencia de cada equipo debe carnetizar a sus hinchas, sobretodo a los miembros de las barras organizadas. Así se puede identificar claramente a quienes en verdad alientan y quienes solo vana aprovocar incidentes. Quienes no se encuentren plenamente identificados, se les prohiba la entrada al estadio.
- Que las directivas de los equipos no solapen a los barrabravas, facilitándoles el acceso a las canchas. Todo lo contrario, se lo debe impedir a toda costa
- Cuando se enfrenten equipos como: Barcelona, Emelec, Liga, Quito, Nacional; el operativo debe ser EN TODA LA CIUDAD. Si es posible, declarar alto riesgo o estado de emergencia.
- La que sabemos que pasa en Argentina. Montar el operativo, de tal forma que la una barra entre por un lado del estadio a una hora determinada y que la otra entre por otro sector y a otra hora. Igual que la salida. No permitir que gente se quede reunida alrededor del estadio y si es posible en ningún lado de la ciudad.
- Los partidos entre equipos con gran cantidad de hinchas se deben jugar sólo en horarios diurnos.
- A quienes provoquen disturbios, se los debe tratar como DELINCUENTES, y no otra cosa.
Obviamente, todo aquello suena muy lindo, pero llevarlo a cabo cuesta. Por lo que nuevamente, se pide ayuda al gobierno que dice que el gasto es fundamental (y bueno ne esas cosas ya no me meto) y que meta plata en hacer más seguros los espectáculos públicos ... y bueno, la cotidianidad en general.
Recordemos que el fútbol es tan solo un juego.
5 comentarios:
En Argentina vivims la misma situación con la diferencia de que los barras se matan entre ellos.
Dos barras de facciones diferentes de Huracán murieron a balazos el domingo por la noche en pelea por dinero.
Saludos de Buenos Aires.
es una porquería todo esto. Ya no tengo palabras. No hay razones... la próxima vez puede ser cualquiera.
Parece que el análisis no podría empezar si no por uno mismo como aficionado al fútbol. ¿Uno cómo parte del público y como parte de la opinión pública, qué aporta al ambiente en torno a este deporte? porque como bien dice el Edd: “cuando hice aquel ejercicio, encontré un primer culpable. Ese soy yo mismo" y coincido contigo, soy mi primer culpable. Lamentablemente dudo que la policía, la dirigencia o los pseudo-periodistas de nuestro país hayan llegado a esa conclusión, es más, dudo mucho que al menos se hayan planteado la disyuntiva. Es lamentable...
El hecho está consumado y sorprende la pasividad y la calma de la opinión pública, escucho las mismas frases estúpidas de toda la vida: "que la violencia en los estadios no nos debe colmar como en otras latitudes del planeta", "hay que reformar los estatutos y leyes anti-violencia en los estadios antes de que la violencia se nos salga de las manos; y no sé si son imbéciles o qué los periodiqueros del Ecuador, pero es que la violencia ya se salió de control hace rato. Serán pocos los incidentes acaecidos pero con uno ya bastaba como para actuar y aceptar que seguridad no hay suficiente en los estadios de fútbol (cancha, gradas, inmediaciones, vías de acceso y de evacuación).
Las soluciones parecen sencillas: endurecer y aplicar las penalizaciones que mencionó el Edd, designar más efectivos policiales y si la policía es incapaz de controlar el espectáculo pedir ayuda a la marina o a la milicia como ya se ha hecho, de la misma forma, capacitar a la fuerza pública y diseñar mejor los operativos. Hemos pasado preguntándonos porqué sólo en los partidos que juega la Selección hay una cantidad enorme de policías haciendo control a pesar de que todos simpatizamos por un mismo equipo; mientras que cuando hay partidos de Campeonato Nacional en los que hay rivalidad aparecen a cuenta gotas. Entonces no es que se deba retirar o disminuir la cantidad de policías en los partidos de la Selección, mas bien deben equipararce los operativos. No se entiende porqué en el estadio de liga siempre se hace esperar a los seguidores del equipo visitante dentro del estadio cuando son estos, los que por estar en inferioridad numérica, deberían salir primero para evitar que sean emboscados en las afueras como ya ha sucedido en montón de ocasiones. Es indefendible que se suba el precio de las entradas con un clara dedicatoria. Menciono estos hechos que sin duda son muestra de la falta de coordinación entre dirigencia y quienes arman y ejecutan los operativos. Este tipo de equivocaciones se cometen en todos los escenarios del país no hay cancha que se pueda considerar segura.
Ahora será de ver si la F.E.F. por fin decide afrontar el problema. Ojalá el Presidente Chiriboga le haga un bien al fútbol nacional. Que direccione más recursos para el control de la masa futbolera, que busque garantizar la seguridad del espectáculo; seguridad que debe contemplar al hincha, al árbitro, al periodista, al jugador, al vendedor, a todos los actores que a la final son quienes permiten que los bolsillos de la F.E.F. y sus funcionarios estén bien llenos. Ya dijo Chiriboga que el hecho le compete a la policía porque es un acto delincuencial ocurrido a casi 1 km de distancia del Estadio de Liga, que la dirigencia lamenta el hecho pero que está fuera de su competencia pues se dio en un perímetro lejano... Ahí está el ejemplo más claro de porqué suceden este tipo de actos; qué se puede esperar si el manda más del fútbol ecuatoriano ya se lavó las manos, si en vez de pensar en cómo darle solución a este tipo de problemas prefiere echarle la responsabilidad a la policía.
El problema tiene múltiples responsables además de matices culturales-educativos; entonces cambiar las costumbres, nociones y códigos de nuestra gente sería un proceso bastante largo, porque como dijo el Manos: “ese es un acto de alguien intoxicado de violencia” y bien sabemos que la violencia es como el hambre, está en todo el entorno. En consecuencia si ya no se puede corregir desde la raíz hay que intentarlo hacer sobre la marcha, hay que controlar a la gente con algo más de rigidez, seriedad y eficacia.
Concuerdo con el Edd, aunque yo no soy una persona violenta (los que me conocen, pueden dar fe de ello), también creo que todos tenemos parte de culpa en todo lo referente a la violencia en los estadios, dicen que la policía tiene toda la culpa en haber evitado el ataque al joven fallecido, pero me imagino que debió haber gente que pudo haber hecho algo o por lo menos podrá identificar al que hizo este atentado...
Lo que si digo es que este individuo debe caer, tienen que hacer lo posible para que a este individuo lo descubran y pague por lo que hizo....
Y mi estimado Sebas, era de esperarse la barrabasada que dijo Chiriboga, pero cuando hay cosas buenas incluso a un kilómetro del estadio es el primero en subirse a la camioneta.....
Todos tenemos la culpa, así que todos hagan su reflexión personal y vean como poder mejorar la situación...
Saludos
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