jueves, 13 de noviembre de 2008

Las lecciones del amistoso

Aparte de la malsana costumbre que las selecciones ecuatorianas sean derrotadas por las mexicanas, el encuentro amistoso de ayer dejó algunos apuntes interesantes para el cuerpo técnico, periodismo y afición.

  • Los centros de Walter Ayoví hacia la cabeza de gente como Isaac Mina son un arma muy válida y que ya ha dado algunos resultados. Esto por lo similar del gol obtenido ayer con el que se le marcó a Venezuela.
  • Hay buenas variantes en el mediocampo y sobretodo, muchas ganas para jugar por la selección. Eso lo mostraron Fernando Hidalgo, Pedro Quiñónez y Luis Saritama. Los tres tuvieron un gran despliegue a la hora de cubrir el avance mexicano, aunque algo quedaron debiendo en la labor de creación.
  • Enrique Gámez, que en lo personal era al que menos fe le tenía, cumplió una bastante buena labor en la marca del costado derecho.
  • Estamos en problemas en el ataque, aunque vale la pena mencionar que muy rara vez Pablo Palacios fue servido de un buen balón para que defina. Narciso Mina hizo emocionar con aquella bajada espectacular, pero definió pésimo. El delantero del Manta aún debe madurar.
  • Jorge Guagua no es dúctil en el juego aéreo y de hecho los balones detenidos nos duelen una barbaridad.
En todo caso, se ve que Vizuete tiene muchas cartas sobre la manga, contrario a sus predecesores colombianos que adolecían de cierta monotonía tanto en esquemas tácticos como en jugadores en la alineación. El próximo año se viene el remate de la eliminatoria con partidos muy complicados que Ecuador lastimosamente está obligado a ganar. Se espera que de algo haya servido este último experimento del año.

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