lunes, 27 de febrero de 2012

Y el tema de los nacionalizados


sobre el final,
el último gol que hizo un extranjero por la selección ecuatoriana de fútbol

Hoy, en pleno día "del civismo", el Presidente de la República otorgó por "servicios relevante" la nacionalidad ecuatoriana a los futbolistas Esteban Dreer y Matías Oyola, ambos de origen argentino, para beneplácito de los hinchas de los clubes en los que estos jugadores militan y para el disgusto de otros cuántos.

¿Alguien se ha puesto a pensar porqué esta ola de nacionalizados?. La primera razón es lógica y es que los equipos quieren ampliar sus horizontes a la hora de reforzarse, no por nada los equipos que tienen más de dos nacionalizados en sus filas son los más poderosos (Barcelona, Emelec, LDU), lo cual es un argumento perfectamente legal y válido, tomando en cuenta que los futbolistas extranjeros que optan por la nacionalidad ecuatoriana tienen un prestigio ganado y conocen el peculiar entorno de nuestro fútbol.

Otro con el que siempre se especula en medios es que dichos jugadores puedan integrar la selección ecuatoriana en algo que hasta hace una década atrás debía ser obligatorio, hoy ya no se ve como tal, debido a la mayor jerarquía que indiscutiblemente ha adquirido el jugador ecuatoriano. Podemos advertir fácilmente que la única actuación relevante de un nacionalizado en nuestra selección en los últimos 10 años ha sido la del guardameta Marcelo Elizaga.

Que viene el tema "amor a la Patria" que aducen los futbolistas. Solo acordándonos por donde andarán figuras como Gilson De Souza o el "cuqui" Juárez podemos desconfiar de ese argumento, es más, no sé si a las pocas viejas glorias de nuestro torneo local que llegaron a llenarse de gloria (y algo menos de billete en otros tiempos), se les haya dado la nacionalidad, dígase un "ñato" García, Juan Ramón Silva o Víctor Manuel Battaini y si es que lo hicieron, fue con el "urgente" carácter" con el que se a tramitado la de otros tantos.

Y es que resulta claro que las nacionalizaciones que convienen a las escuadras poderosas se las agilita con premura, mientras que casos como los del portero colombiano Rolando Ramírez o el delantero Omar Guerra de la misma nacionalidad han sido tortuosos y de momento infructuosos. El pecado de ellos: jugar "para cuadros chicos".

Pero pongámonos un poco más paranóicos y supongamos que de pronto en Ecuador terminamos como la "Premier League" de Inglaterra con cuadros donde no hay titulares ingleses, el espectáculo y los réditos económciso sin duda son increíbles, pero hace rato que no se tiene una gran selección inglesa. Algo similar pasaba con la española en los noventa y el mismo problema llegó a tener Italia. La solución: parar un poco con el tema extranjeros en tu Liga. Suena retrógrado y xenófobo, pero el orgullo nacional aún juega al fútbol... o nos estamos definitivamente codeando con la post-modernidad en el fútbol y las naciones serán suplantadas por las grandes corporaciones (o sea los grandes clubes), o cada quien tendrá que sentirse tan a gusto como los alemanes y su selección multiétnica.

Como el que más saludo a mis nuevos compatriotas Dreer y Oyola, pero también hay que ser un poco más justos con todos los que llegan de otras tierras a partirse el lomo en estas. De pasito no solo estaría hablando de los futbolistas. No dejamos por último de sospechar el lado político del asunto con el gobierno favoreciendo intereses de los clubes con más hinchada del país, tampoco eso es "de a gratis".

3 comentarios:

Anónimo dijo...

oco deberías poner de título ¨la desvalorización de la nacionalidad ecuatoriana¨. Sea del equipo q sea pero me emputa q le etiqueten como "servicio relevante" el jugar al fútbol. Simplemente es un trabajador que está haciendo bien su trabajo y a cambio recibe un sueldo astronómico. No me opongo a q se nacionalicen, pero deberían hacerlo como los demás mortales y dejen de usar la emputante etiqueta esa. Ahora si como dices todo tiene un cálculo político, y no es mal exclusivo del gobierno actual

Edd Stargazer dijo...

Eso es verdad. Recordemos cuando Jamil Mahuad anunció "una buena y una mala". La buena fue la nacionalización del "cuqui" Juárez, la mala el alza degenerada del precio de la gasolina.

borrego dijo...

Así mismo; hay que conectar que son clubes multitudinarios, hay en juego intereses, simpatías y épocas electorales. Molesta cuando comparas lo que se demora el ciudadano de a pié en conseguir la cédula o hacer cualquier trámite y lo que demoran estos destacados deportistas; simplemente no es algo justo.
Es muy cierto que antes, como hoy, los gobiernos se han involucrado en situaciones que puedan generar percepciones favorables al ser benefactores de causas simpáticas para la masa. Pero también siempre ha sido prohibido para gobernantes con poca aceptación popular irse a meter a eventos masivos o meter la mano para dizque agilitar algo. En los escenarios deportivos también se ha visto consolidar la resistencia a los políticos de turno.