martes, 21 de enero de 2014

En el 2014 bombos y banderas de vuelta a las tribunas

Una novedad para el campeonato que comienza es la vuelta a las gradas de los estadios del característico ambiente “tribunero” que matiza cada jornada con cánticos, bombos y banderas.
Después que se suscitara un nuevo hecho de violencia vinculado al “barrismo” y en el que un integrante de la Sur Oscura fue asesinado presuntamente por miembros de la Boca del Pozo, autoridades gubernamentales han tenido la intención de encontrar consensos que impulsen seguridad en el fútbol ecuatoriano y sus entornos.

El primer paso fue programar el martes 7 de enero un encuentro con representantes de las 2 hinchadas (barras bravas) más numerosas y representativas del país. Fue así que autoridades policiales junto a los Ministros José Serrano y José Cevallos se reunieron con representantes de la Sur Oscura y Boca del Pozo.
Uno de los acuerdos compromete a que las barras realicen un censo de sus integrantes para evitar infiltrados que en medio de la masa protagonicen altercados, desmanes e inciten a la violencia. Se espera que este registro ayude a identificar a quienes sí realizan actos de violentos, además de evitar que a todos los hinchas se los “meta en el mismo saco” al momento de juzgar un determinado hecho.

Las autoridades que concurrieron al encuentro planean socializar las medidas a través de "una guía del buen hincha" mediante talleres y conversatorios. Entre lo que detalla la guía están los procedimientos para regular el ingreso de banderas, instrumentos e implementos de la murga característica de los barristas; recordar que estos quedaron prohibidos en los estadios desde septiembre del 2013. El primer juego en el que los hinchas se encontraron con esa novedad fue en un encuentro entre Independiente Del Valle y Barcelona. Como consecuencia 38 hinchas identificados con Barcelona Sporting Club fueron detenidos acusados de protagonizar enfrentamientos con la policía y desmanes en los alrededores del estadio, además algunos efectivos policiales resultaron heridos y se causaron perdidas materiales.

Las versiones de aquel hecho fueron muy diversas y en las redes sociales se podía leer la indignación de los hinchas porque no se les hubo comunicado con anticipación y de una manera más respetuosa la medida. Además reflejaron su molestia ante una constante provocación sumada al irrespeto por parte de las autoridades policiales. De parte de los gendarmes y los medios de comunicación se pudo sentir un discurso en contra de todo lo que tenga que ver con el “barrismo” en Ecuador y en esta ocasión en particular se culpó a la Sur Oscura y sus integrantes como directos responsables del desorden en aquella ocasión. Por su parte los hinchas no dejaron de insistir en que fueron provocados y maltratados antes y después del pleito, ya que no recibieron trato y juzgamiento apegado a lo que ellos consideraban justo. Más allá que los hinchas o los gendarmes tengan la razón, siempre quedan interrogantes y pensamientos sobre lo que se pudo hacer mejor. Decir que con una comunicación previa y charlas entre autoridades e hinchas se pudo llegar a acuerdos previos y evitar conflictos en los alrededores del Estadio de Sangolquí.
 
Durante décadas quienes asistimos a escenarios deportivos nos hemos cuestionado si las autoridades policiales toman a consideración detalles como que los efectivos destinados a espectáculos públicos deben estar instruidos en la prevención antes que en la confrontación, que deben organizar operativos dependiendo antecedentes históricos entre los equipos y de confrontación entre hinchas y que deben estar capacitados para manejar masas emocionalmente alteradas y susceptibles (puesto que el fútbol tiene un efecto catártico los hinchas exteriorizan con mayor facilidad sus emociones positivas o negativas). Todas las interrogantes saltan puesto que hemos podido constatar como mujeres y niños pequeños deben soportar gases lacrimógenos debido a pleitos en los que nada tienen que ver, hemos visto que en juegos de eliminatorias se destinan muchos más efectivos policiales que en encuentros de campeonato local, a pesar que en los juegos de la “tri” el público concurrente es principalmente fraterno pues hincha conjuntamente por un mismo equipo.

Las autoridades piensan replicar las reuniones y talleres entre las demás barras organizadas en el resto de ciudades del país. El diálogo y el acercamiento con los hinchas parece un importante paso hacia comprender que las barras son parte del fútbol y que en vez de repelerlas hay que normarlas y encausarlas para que se centren en poner su “carnaval”.

Los primeros pasos los están dando las autoridades, pero no parecen ser suficientes los talleres y reglamentos, por tres motivos: el primero, el fútbol es el deporte más visibilizado en todo el país y las barras organizadas son muchas en torno a un mismo equipo, es más en una misma barra hay gajos y sucursales a nivel nacional, incluso barras como la Sur Oscura y Boca del Pozo tienen filiales en España, Italia, Estados Unidos y otras partes del mundo; segundo, el fútbol está compuesto por autoridades, clubes, jugadores, hinchas, directivos, federaciones, periodistas, auspiciantes y no se los ha considerado a todos dentro de la problemática y las soluciones; y tercero, no se ha conocido de parte de las autoridades si se van a tomar medidas de autoevaluación y mejoramiento, por ejemplo sería algo esperanzador saber que se va a especializar a sus miembros en vigilancia, control y seguridad en espectáculos públicos y espectáculos futbolísticos en este caso.

Recientemente se conoció que 7 policías pueden ser procesados por que estarían vinculados en el incidente que causo la muerte del hincha barcelonista Michael Murillo perteneciente a la Sur Oscura. Esto muestra la clara voluntad de las autoridades por mejorar su gestión al mando de las fuerzas del orden y da la esperanza de encontrar justicia a los allegados de los fallecidos por acciones desmesuradas en torno a las rivalidades deportivas.

Para evitar que más nombres se sumen a la lista de afectados por la violencia todo esfuerzo por encontrar paz debe ser bienvenido, pero los actores de la fiesta futbolera debemos asumir nuestra obligación de velar por un fútbol ecuatoriano menos peligroso, menos violento; con más murga y más fiesta.

2 comentarios:

Edd Stargazer dijo...

Añadamos a eso, el hecho que ahora se quitaron las mallas del Estadio Atahualpa. Estaremos listos para eso?

Anónimo dijo...

Los periodistas son los qe culpan pro no tienen calidad moral peor calidad profesional