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*Siempre queda la siguiente temporada...
Cada vez que pienso en fútbol, recuerdo esta frase de Colin Firth en una de las mejores películas futboleras, Fever Pitch. A los liguistas, esta frase nos caía como anillo al dedo luego de toda Libertadores en que salíamos eliminados. En los 70s y en los últimos años habíamos tenido decorosas actuaciones en el torneo continental pero siempre nos faltaba el último envión para lograr llegar a lo que todo equipo sueña jugar alguna vez: una final.
Este año, luego de superar la llave de cuartos de final ante CASLA, algo en mí presentía que íbamos a pasar a la final, pero no sin antes sufrir como pocas veces en la vida. El rival: América de México, un equipo que si bien estaba pasando por uno de los peores momentos de su vida institucional, es una de las instituciones futbolísticas más importantes del globo, con un presupuesto e hinchada varias veces mayor. Además, había dejado fuera a dos tradicionales equipos brasileños como Flamengo (con goleada incluida en casa) y Santos. El reto era inquietante, pero la cercanía de la gloria que siginificaría llegar a la final pudo influir más en los muchachos.
No voy a hablar de los partidos; sobre ellos ya se ha hablado hasta el hartazgo en todo lugar de Quito y el Ecuador durante la semana pasada, sino de lo que puede significar para el equipo, la hinchada y el fútbol ecuatoriano. Llegar a esta instancia, luego de un torneo tan duro como el actual, con 38 equipos en participación, con viajes extenuantes a los 4 extremos de Latinoamérica, con sólo el 50% de equipos clasificados a la fase de eliminación, es un mérito que ha sido ligeramente soslayado. Además, como me decían ayer con cervezas de por medio dos queridos amigos hinchas de nuestro rival de siempre, lo que Liga puede lograr acrecentará el respeto hacia todos los ecuatorianos, y demostrará que no tenemos por qué mirar hacia arriba a un brasileño, argentino, alemán, italiano, inglés o de donde provenga. Nuestros jugadores se cotizarán más, las asistencias a los estadios se incrementarán y, por último pero no menos importante, nuestra identidad y autoestima como país tendrán una razón más para solidificarse al menos un poco, como ya pasó anteriormente con los triunfos de admirables deportistas ecuatorianos como Andrés Gómez, Jefferson Pérez o Iván Vallejo, entre otros.
De seguro, muchos "intelectuales" no comprenderán este fenómeno, pero no importa, porque aquellos que sentimos identificación con algo totalmente vano pero al mismo tiempo tan humano como el deporte lo disfrutaremos. Citando nuevamente a Firth y aquella genial película, "you won't understand it unless you belong."**
**No lo entenderás a menos que seas parte de ello
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4 comentarios:
Que hubiera pasado si Bauza se iba????, creo que a la final, las cosas pasan porque tienen que pasar.... Hay que ponerle fe al Equipo y yo si creo que logremos el tan ansiado título....
Vamo ahí...hoy Ecuador jugó bien. Espero que sea un buen presagio para la U.
es verdad, si no se lo vive no se lo entiende. Bien ganado.
Aguante la AKD!
y no solo los intelectuales. Tantas personas que no podrán entender como un equipo de fútbol es parte de la vida de cada uno. Una cosa es ver sentado el fútbol, otra verlo por la tv y otra alentando, desde una gradería. es un tema complejo. LO que sí es claro que hay cosas que se deben vivir para entenderlas y más, para ser parte de ello.
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