domingo, 12 de agosto de 2007

La rebelión de los chicos

Un fin de semana en el que ningún equipo considerado "grande" de nuestro fútbol pudo ganar. Las mayores sorpresas se dieron el sábado cuando los equipos de Quito cayeron como locales ante dos equipos "nóveles" de nuestro fútbol. El IMbabura dio cuenta de un Deportivo Quito que se mostró ineficaz en extremo a la hora de definir, mientras que al parecer el cambio de técnico le suerte efecto a los del norte y están al menso salvandola categoría.

En Ponciano también se dio una victoria increíble producto de lo que a la derechita dice el Alejo y la verdad parece que Liga es una de cal y otra de arena, pues la fecha pasada asustó con su nivel ofensivo y esta vez no pudieron concretar. Los guacamayos no solo apuntan a mantener la categoría sino a obtener un cupo al hexagonal (que lo habría conseguido de termiunar la etapa en este momento).

Ya en domingo, los mejores equipos de la etapa pasada triunfaron categóricamente, en Cuenca el equipo de esa ciudad capitalizó dos horrores de la zaga y arquero criollos (que raro...) y supo mantener un partido en el que encontraron al Nacional sin mayor respuesta y tal vez (y ojalá....) pensando en la Sudamericana. Olmedo también resolvió con facilidad su compromiso goledando a un errático Emelec.

Finalmente la otra sorpresa se escenificó en el Monumental de Guayaquil donde Barcelona no sólo que no pudo ganarle a Macará, sino que de hecho tuvo que empatarlo, así mismo con un ataque que no estuvo en sus tardes más inspiradas y los ambateños todavía se aferran a la A

Esta fecha hace poner en debate si en verdad la liga ecuatoriana es tan compacta y competitiva o los equipos considerados "grandes" de la misma tienen planteles que no están a la altura de lo que sus camisetas representan. Tal vez el auge del fútbol ecuatoriano que se dio el año pasado perjudicó a su torneo doméstico ya que de a poco le ha arrebatado sus figuras, aparte de los pocos extranjeros de categoría que existen en la misma.

1 comentario:

jordigomezsuay dijo...

Normalmente los períodos de igualdad en una liga, se interpretan mientras sucede como bajones de nivel de los equipos grandes, mientras que al cabo de un tiempo se ven como una época durada en la que todos los equipos tenían sus cracks.

Es lo que pasó por ejemplo con la liga española en los años 90, o puede pasar ahora con la liga inglesa.

El campeontado español de esta temporada pasada no cuenta como época dorada, simplemente porque es la misma liga desequilibrada (a favor del Barça), en la que el que tenía que ser campeón hizo el burro de mala manera.