Junto con la falta de definición de nuestros delanteros, la falta de arqueros de calidad ha sido uno de los grandes problemas del fútbol ecuatoriano.
Históricamente podemos observar y acordarnos los clásicos goles giles que les han hecho a los equipos y selecciones del país: el rebote al piecito del delantero rival, el cabezazo en las mismísimas manos del arquero, un mal achique, una barrera mal hecha en los tiros libres, etc.
Se presenta en la actualidad este debate, debido a que en este año, la presencia de arqueros extranjeros empieza a ser peligrosamente mayoritaria. Es evidente que en su mayoría, los arqueros extranjeros han tenido felices actuaciones en neustro medio: Xavier Klimowicz en el Cuenca y Marcelo Elizaga en Emelec son los mejores ejemplos. En este año se suma la presencia de Gastón Sessa en Barcelona (un euqipo que desde cerca de 25 años no contaba con arqueros extranjeros y que de hecho, casi siempre su portero era el seleccionado ecuatoriano) y al parecer Tombolini llega a Liga.
Pero por qué la hinchada y los dirgientes exigen y buscan arqueros extranjeros?, sencillamente por qué no ve SERIEDAD en los arqueros nacionales, algo que va más allá de la talla o el talento; los arqueros de nuestro país lastimosamente no ofrecen garantías a la hora de defender el arco no por condiciones, sino por el poco profesionalismo que se evidencia en sus actuaciones. Esto a pesar de ser ese puesto el más delicado dentro de un equipo de fútbol.
Nos tocará seguir pensando en que los titualres para la selección deben y serán Elizaga o Klimowicz a los que literlemtne volamos para nacionalizarlos. (quién sabe si hasta Sessa?)
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