¿Éxodo problemático?

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Cada vez que se escuchan rumores de la partida de un jugador del fútbol nacional al exterior, los hinchas del equipo al que pertenece el posible viajero nos ponemos a temblar. Dada la muy aceptable participación de la Selección en el mundial de Alemania 2006 y la reciente consecución de la Copa Libertadores por parte de LDU, se podría decir que nuestro fútbol ha empezado a ascender en calidad y a ser considerado entre los los campeonatos más competitivos del mundo.

En la más reciente publicación de la Federación Internacional de Historia y Estadísticas del Fútbol (IFFHS), el torneo de fútbol nacional fue rankeado en el puesto Nº18 a nivel global, superando a países históricos como Paraguay, Uruguay y Rusia. Además, Liga se ubicó, junto con el FC Basel en el lugar Nº 46 a nivel mundial, por sobre monstruos como el Santos FC, Nacional de Montevideo o el Tottenham Hotspur. Lógicamente estos progresos en la cancha y en los rankings han subido la cotización y el interés de equipos extranjeros por los jugadores nacionales, especialmente por aquellos con exposición internacional en el reciente torneo sudamericano.

Joffre Guerrón fue el primero en marcharse, al equipo madrilés de Getafe, dada su gran labor en la obtención de la Copa para los albos. Demostró mucha velocidad, potencia física y un tremendo remate, lo que hizo que se convierta en la vedette del continente. Como es usual, los buitres empresarios futbolísticos lo rondaron desde la semifinal para que emigre inmediatamente. Por fortuna, el veterano y astuto dirigente universitario Rodrigo Paz pudo convencerlo que espere hasta la culminación de la participación en el torneo. Una transferencia en la cual el moreno del Chota recibió más de $2.000.000 no es nada despreciable y era lógico comprender su ansiedad por irse.

En las últimas semanas, posterior a la resaca de la victoria universitaria, se ha empezado a dar una situación parecida con el jugador símbolo del equipo, Patricio Urrutia. El jugador que llegó casi por la puerta de atrás para la temporada 2003, debido a la lentitud de Barcelona en pagar su pase al Macará, fue convirtiéndose lentamente en el líder y motor del equipo durante los últimos años. Una fuerte pegada de media distancia, oportunismo en jugadas y balones parados y un liderazgo dentro de la cancha lo convirtieron en uno de los futbolistas más apreciados en el grupo. Durante estos casi 6 años de estadía, el "Pato" se convirtió además en el goleador histórico de la U en la Libertadores, con 15 dianas en total, siendo además uno de varios goleadores máximos de la edición 2006, con 5 tantos.

Es lógico que un jugador quiera marcharse del equipo luego de haber conseguido un logro tan importante, y frente a una significativa oferta económica de por medio. A todo el mundo le ha pasado, que al marcar algún tipo de logro en su vida, la búsqueda de nuevos horizontes que reemplacen el vacío dejado sobreviene inevitablemente. Por desgracia, existe también un club y una hinchada que esperaban una actitud diferente por parte del jugador; que están conscientes que esto es fútbol profesional y que también desean que progrese, por el sentimiento de gratitud hacia él y su labor pasada, pero que le piden un poco de tiempo y paciencia para que pueda dar una última ayuda al grupo y a la institución disputando el torneo mundial de clubes en el mes de diciembre. Que de lado y lado exista la paciencia necesaria para que ambas partes lleguen a un entendimiento que los beneficie por igual.