En Semana Santa hubo sábado de gloria para el Espoli y no hubo domingo de resurección para nadie. En esta fecha hubo muchos empates y quienes lograron sacar un triunfo se vieron muy bien recompensados.
Empezó la fecha en sábado con un empate entre Nacional y la U. Católica. Los primeros con un descenso en su nivel de juego si se toma en cuenta sus últimos encuentros. Los camarattas tratan de salir de su espantoso inicio de torneo pero todavía no cuentan con suficiente "suerte". Lo de la defensa de Nacional preocupa y en serio, rezando porque Pavel Caicedo se recupere y Bolívar Gómez no se traume tanto con lo de su nariz rota.
UN gran encuentro a continuación entre Azogues y Liga que se repartieron puntos y tuvieron una seguidilla impresionante de goles al inicio del segundo tiempo para terminar a dos goles cada uno. Meritorio lo de Liga sosteniendo buenas camapañas en los dos torneos que enfrenta. Al Azogues yo ya no sé que le falta para tener mejores resultados y hay que destacar la labor goleadora de Orlindo Ayoví. El Espoli venció a domicilio al Macará y viene teniendo un campañón de cinco victorias seguidas, aparte que dos triunfos en Ambato y empieza a perfilarse como la verdadera revelación del torneo. Bien por "el gallito" que intenta poner en jaque a los grandes.
Ya en domingo tuvimos un encuentro con pocas emociones exceptuando el final del mismo entre el Olmedo y el Cuenca, no es difícil pronosticar un cero a cero con estas características entre dos equipos conocidos por su tacañería. En el Atahualpa, el Quito sufrió más de lo que se esperaba para ganar al Técnico UNiversitario y volver a la punta de esta forma, no fue un partido de los más brillante para los azul grana.
El Clásico del Astillero en cambio estuvo bastante friccionado y aburrido en el primer tiempo, cosa que tampoco debe sorprender por como son estos partidos. En el segundo hubo algo más de emoción por el gol de Gómez-Portocarrero fruto del pésimo juego aéreo que exhibe la zaga canaria, sin embargo por ahí Barcelona intentó empatar aunque exhibía muchos argumentos anímicos ni futbolísticos. El partido tiene un quiebre cuando Marcos Mondaíni intenta hacer un gol con la mano que en un principio había sido validado, lo que exasperó los ánimos de los jugadores de Emelec y Elizaga reaccionó muy mal increpándole "físicamente" al árbitro y ganándose la tarjeta roja que ojalá y no repercuta en su carrera. Después el golazo de Quiroz y Barcelona buscando la victoria.
En la Serie B no se ve un claro dominador ni un cuadro que pinte para descenso. Pero hay que destacar que uno de lso "tradicioanles" del fútbol quiteño: la Sociedad Deportiva Aucas para colmo de males (una campaña bastante irregular, segundo año consecutivo en la Serie B) encima les clasura el SRI!!! Salado el pobre ídolo del pueblo!
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